En un sentido más amplio a lo que muchas personas piensan, el ser travestí no se trata de un homenaje a la mujer, ni mucho menos se trata de una desviación sexual, tampoco es una enfermedad que se puede diagnosticar. En lo personal, es una decisión de vida, es tener los pantalones bien puestos para ser feliz.
Es el mágico momento, donde te armas de valor para probar tu primera panty o lencería femenina. En aquel momento descubres lo mágico del roce de tu piel con la suave lencería de encaje, es algo que te complementa, es allí donde sientes que algo tan cuestionado y prohibido por la sociedad, se vuelve en algo mágico y hermoso, dando un descanso al varón que eres en sociedad.
Es allí cuando descubres que en tu ser, habita una sexy mujer que en algunas ocasiones necesita ser liberada, y gritarle al mundo que quiere ser feliz. Todos los seres humanos tenemos distintas maneras distintas de expresar nuestros sentimientos.
Sin embargo todos tenemos algo en común, buscamos ser felices respetando a los seres que amamos. Somos hombres en la sociedad, pero compartimos un lado femenino que es nuestro secreto.
Con mucho gusto responderé tus comentarios.
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